🇧🇪 Bélgica 2025: Entre la diversidad y la tensión — la comunidad musulmana al cruce de la integración europea

Por Sabrina Padrón. Editora y Analista Internacional en Derechos Humanos. Investigación para Oscar Ramírez Reports | Oscar Blue Ramírez News


Bruselas, 2025 —

Bélgica, núcleo político de Europa y cruce de identidades, vive un momento clave en su historia de integración. La comunidad musulmana —aunque no cuente con estadísticas oficiales precisas— representa una parte significativa del mosaico demográfico del país. Su crecimiento, visibilidad y los desafíos que enfrenta ofrecen una mirada reveladora sobre los modelos de convivencia del continente.


Panorama demográfico y visibilidad

  • Se estima que los musulmanes constituyen aproximadamente el 5 % de la población total belga.  
  • En la región de Bruselas-Capital, la presencia musulmana se encuentra entre el 20 % y el 25 % de los residentes, con algunos distritos superando esa cifra. 
  • Según informes, más de 300 mezquitas funcionan en el país, tanto reconocidas como no reconocidas.
  • La comunidad tiene en su mayoría orígenes en Marruecos y Turquía, junto con un número creciente de migrantes de origen árabe, sudanés y paquistaní.

Desafíos y manifestaciones sociales

  • Aunque Bélgica no realiza censos sobre afiliación religiosa, la concentración de musulmanes en ciertas zonas urbanas ha elevado la atención pública sobre temas de integración. 
  • Distritos como Molenbeek‑Saint‑Jean en Bruselas han sido objeto de cobertura internacional por temas de radicalización, desempleo elevado y marginación social, lo que alimenta estigmas que afectan a la comunidad musulmana en general.
  • Un informe de la European Union Agency for Fundamental Rights (FRA) detectó que casi 47 % de musulmanes encuestados en Europa indicaron haber experimentado discriminación en los últimos cinco años, lo que incluye a Bélgica. 
  • En materia legislativa, Bélgica ha implementado restricciones como la prohibición del velo que cubre totalmente el rostro (niqab/burqa), confiando en decisiones del European Court of Human Rights como precedente.  

Integración, política y derechos humanos

La visibilidad musulmana en Bélgica ha llevado a que se convierta tanto en una fuerza social como en un blanco de controversia.

  • Educación y empleo: Jóvenes musulmanes señalan barreras en acceso al mercado laboral y vivienda, mientras que la segregación residencial persiste en ciertas comunas urbanas.
  • Participación política: La comunidad participa cada vez más en la esfera política, pero enfrenta desconfianza y dinámicas de identidades fragmentadas.
  • Derechos de culto: Aunque el marco legal belga protege la libertad religiosa, la práctica revela tensiones en la construcción de mezquitas, en el reconocimiento institucional y en las relaciones intercomunitarias.
  • Seguridad y radicalización: Si bien el grueso de la comunidad no está vinculado a extremismos, los episodios localizados han servido para generalizar percepciones negativas y políticas de seguridad que afectan a todos los musulmanes.

Análisis final

Bélgica representa un microcosmos de los desafíos europeos: cómo integrar una comunidad musulmana visible y diversa, sin que la reacción social y política derive en exclusión o estigmatización. La clave no es solo contar cifras, sino traducirlas en políticas que reconozcan la pluralidad cultural y el valor del pluralismo como base democrática.Desde la óptica de los derechos humanos, la pregunta central no es “cuántos musulmanes hay”, sino “cómo vivimos juntos”. Y en Bélgica, esa convivencia está en un momento decisivo.


Conclusión

Para Bélgica, 2025 no es un año más. Es un punto de inflexión: la comunidad musulmana ya no es invisible ni incidental; es parte del tejido urbano, cultural y político del país. Su inclusión efectiva —en igualdad de condiciones— será uno de los indicadores más reveladores para medir si el modelo europeo de diversidad tiene futuro o está bajo tensión.


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