🇸🇪 Suecia 2025: Pluralismo en tensión — la comunidad musulmana frente al desafío de la normalización del odio

Por Sabrina Padrón. Editora y Analista Internacional en Derechos Humanos. Investigación especial para Oscar Ramírez Reports


Estocolmo, Noviembre de 2025 —

En los últimos años, y con especial intensidad durante 2024-2025, Suecia se ha convertido en un escenario de advertencia internacional sobre los riesgos de la Islamofobia, la libertad de expresión y la relación entre identidad nacional y religión. Para la comunidad musulmana —estimada en unos 810 000 personas (≈ 8 % de la población) según datos más recientes— el crecimiento demográfico va acompañado de una visibilidad que también genera vulnerabilidad.


Principales datos y tendencias

  • De acuerdo con un reporte de la fuente oficial de análisis terrorista sueca, el National Centre for Terrorist Threat Assessment (NCT) para el año 2025, se mantiene un nivel de amenaza terrorista clasificado como alto (nivel 4 sobre 5) y se identifica que la ideología que alimenta con mayor intensidad dicha amenaza es la extrema derecha anti-islámica y la “hibridación ideológica” entre grupos islamistas y de ultraderecha.  
  • En 2022, la base de datos de la Swedish Crime Victim Authority (Brå) registra que 3.709 casos de delitos de odio fueron informados, de los cuales un porcentaje significativo corresponde a víctimas con trasfondo musulmán o de origen extranjero.  
  • Según un informe de la European Network Against Racism (ENAR) centrado en mujeres musulmanas en Suecia, 18 % de las encuestadas declararon haber sido víctimas de crímenes relacionados con la islamofobia, mientras que muchos más reportaron discriminación laboral, educativa o de vivienda.  
  • Las manifestaciones públicas de quema del Corán y gestos provocativos hacia la comunidad musulmana han tenido resonancia internacional: por ejemplo, en 2023 se documentaron actos de provocación deliberada que generaron respuesta diplomática de países musulmanes.
  • El Gobierno sueco publicó en febrero de 2025 un nuevo plan de acción para combatir el racismo y el odio, que incluye un enfoque concreto en el racismo anti-musulmán (“anti-Muslim racism”).  

Incidentes emblemáticos y su impacto

Uno de los casos de mayor repercusión fue la condena del Rasmus Paludan, político de ultraderecha escandinavo que en varios actos públicos quemó ejemplares del Corán. En noviembre de 2024 fue sentenciado a cuatro meses de cárcel por “incitación contra un grupo étnico” tras acciones en Malmö.  Estos incidentes no solo tienen implicaciones legales internas, sino también diplomáticas: Suecia ha recibido críticas de países del Oriente Medio y ha visto su reputación internacional afectada por la percepción de falta de protección a minorías religiosas.

Las comunidades musulmanas en ciudades como Estocolmo, Malmö y Göteborg reportan una sensación creciente de vigilancia, discriminación oculta y miedo a la escalada de hostilidad. Según ONGs locales, “El hecho de que se puedan quemar sagrados símbolos religiosos en el país sin que haya una condena social masiva genera un mensaje de impunidad”, comenta un portavoz del colectivo.


Lectura analítica

El caso sueco ejemplifica tres dinámicas clave para los derechos humanos y la convivencia en Europa:

  • La visibilidad de las minorías religiosas — A medida que la comunidad musulmana crece, también lo hacen sus demandas de igualdad, lo cual genera ansiedad en sectores tradicionales.
  • La tensión entre libertad de expresión y protección del derecho de culto — Cuando actos provocadores como quema de Coranes son amparados bajo libertades amplias, se abre una grieta entre tolerancia y provocación deliberada.
  • El riesgo de normalizar el odio estructural — Las cifras muestran que aunque los delitos explícitos (como incendios de lugares de culto) no siempre se reportan o se documentan, la discriminación cotidiana (mercado laboral, vivienda, educación) sigue siendo persistente

Conclusión

Suecia 2025 se encuentra ante un momento de prueba: su sistema democrático, su modelo de integración y su reputación internacional enfrentan un desafío real. La comunidad musulmana, por crecimiento y visibilidad, se convierte en termómetro de esa tensión: una sociedad que se precia de tolerante en el papel, pero que debe demostrarlo en la práctica. Si Suecia desea mantener su posición como referente de pluralismo europeo, deberá construir mecanismos efectivos de protección, educación multicultural y sanción clara del odio dirigido a creyentes. Porque en definitiva, la convivencia no se garantiza con buenas intenciones: se construye con acciones.


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