Panamá anuncia el cierre de la ruta del Tapón del Darién, la clausura de centros migratorios el flujo a disminuido en un 98%

El presidente José Raúl Mulino asegura que el tránsito de personas se ha reducido este año en un 98%. Coincide con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha anunciado este jueves el cierre de los centros migratorios que ha formado parte de la ruta del Tapón del Darién, la zona selvática que han cruzado más de un millón de inmigrantes desde 2016. Mulino asegura que el tránsito de personas que se dirigían a Estados Unidos ha disminuido un 98%. Las deportaciones masivas ordenadas por Donald Trump han disuadido a muchos inmigrantes, que incluso realizan el camino de vuelta a sus países por este mismo paso fronterizo, solo que en sentido contrario.

Esta decisión se toma luego de casi 10 años de funcionamiento de los centros de Chiquito y Canaán Membrillo, que operaban bajo la supervisión del Gobierno panameño, brindando atención a los migrantes que transitaban por esa ruta, otorgándoles alimentación y medicamentos. Esta operación contó con la supervisión de cerca de 20 organizaciones internacionales para salvaguardar los derechos humanos de este grupo poblacional.

El Darién lo cruzaban sobre todo venezolanos que huían de la catastrófica situación económica de su país, pero también colombianos, ecuatorianos y hasta gente llegada desde lugares remotos, como Vietnam, Afganistán o Congo. El paso desde la zona colombiana lo controlaban grupos paramilitares que han ganado cientos de millones de dólares con este negocio. Cada migrante debía desembolsar unos 350 dólares si quería tener derecho a pasar. Un número indeterminado de personas ha muerto en estos años víctima de los peligros de la selva, crecidas de ríos y atracos y violaciones de bandas de delincuentes.

El lado panameño lo controlaba el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), que vigilaba el cruce de los viajeros. Antes de abandonar la selva, tenían que parar en Bajo Chiquito y Canaan Membrillo, donde las autoridades panameñas hacían control de pasaportes y atendía médicamente a los inmigrantes. Una veintena de oenegés y entidades de Naciones Unidas se ocupaban también de darles asistencia, cuidar de los menores y proveerles de agua potable, duchas y alimentos.

El paso migratorio también le cambió la vida a los pueblos indígenas que viven a orillas del río que cruza la selva, mayormente de origen embera. Los habitantes de estas pequeñas poblaciones llevaban en barca a los migrantes y les daban techo y les vendían comida. De repente tuvieron unos ingresos económicos extraordinarios. El cierre supone un golpe económico muy grande para sus comunidades. La caída del flujo de inmigrantes, de acuerdo al presidente de Panamá, ha sido estrepitosa: “Hace un año teníamos 36.841 migrantes cruzando por Darién, hoy marzo llegamos a 112. Una disminución importantísima, que representa de entre el 97-98 % de éxito por parte de las autoridades de Migración y el Senafront”.

El Darién como paso importante empezó a ser relevante cuando en 2016 empezaron a cruzarlo ciudadanos de nacionalidad cubana. Abierta esa vía que parecía más factible que la marítima, las cifras se elevaron en 2021 con 133.726 migrantes, 248.284 en 2022 y 520.000 en 2023. Se convirtió en el cruce fronterizo más importante del mundo. Después llegaban a Costa Rica, donde continuaban hasta México. Desde el norte de ese país entraban en Estados Unidos. La llegada de Trump a la Casa Blanca lo ha cambiado todo. Por ahora, el cruce del Darién queda clausurado

“No permitiremos más migrantes en esa zona del Darién y cerramos una operación que comenzó en el año 2016 (…) Me da mucha complacencia haber cumplido y haber cerrado el Darién, con lo que eso significa para la seguridad regional y panameña”, explicó Mulino durante su intervención semanal ante los medios de comunicación

Colombia y Panamá buscaron establecer una ruta legal para migrantes en el Tapón del Darién

En un esfuerzo por combatir las redes de tráfico de personas y garantizar un tránsito más seguro para los migrantes, los presidentes de Colombia, Gustavo Petro Urrego, y de Panamá, José Raúl Mulino, se reunieron en septiembre de 2024 para acordar explorar la creación de una ruta legal y controlada a través del Tapón del Darién. Según informó el mandatario colombiano, esta iniciativa busca ofrecer una alternativa segura y supervisada por ambos gobiernos, con el objetivo de reducir la influencia de grupos mafiosos en esta región clave para el tránsito migratorio en América Latina.

De acuerdo con declaraciones de Gustavo Petro, la propuesta consiste en diseñar un corredor que sea gestionado de manera conjunta por los gobiernos de Colombia y Panamá. Este paso legal estaría orientado a disuadir a los migrantes de utilizar rutas clandestinas, actualmente controladas por organizaciones criminales. “Ellos quieren construir una sola ruta legal, digamos, controlada por los dos gobiernos. Es que debe tener estímulos para que quienes quieran pasar escojan esa vía y no queden en manos de las mafias”, afirmó el presidente colombiano.

El Tapón del Darién, una densa selva que conecta a Colombia con Panamá, se ha convertido en un punto crítico para el tránsito de migrantes que buscan llegar a América del Norte. Según detalló Petro, esta región alberga múltiples rutas ilegales que son manejadas por redes de tráfico de personas, lo que expone a los migrantes a riesgos significativos, como extorsión, violencia y condiciones extremas.

Según el Boletín sobre dinámicas de movilidad humana forzada en Colombia 2024, presentado por la Defensoría del Pueblo aborda el fenómeno de los movimientos migratorios mixtos en la región de Urabá-Darién, donde se registró un flujo de 400.612 personas migrantes y con necesidad de protección internacional durante 2024. Este corredor, que conecta a Colombia con Centroamérica, se ha convertido en una de las rutas más transitadas por migrantes provenientes de diversas nacionalidades.

Entre las principales nacionalidades identificadas,destacan los migrantes de Venezuela (302.185 personas), Ecuador (22.785), Colombia (17.103), Haití (17.329), China (12.214), India (6.927), Vietnam (4.517) y Afganistán (2.616). Además, el informe señala que 17.529 colombianos utilizaron esta ruta para dirigirse hacia Centroamérica, lo que evidencia que no solo se trata de un fenómeno de tránsito internacional, sino también de migración interna.

En el Tapón del Darién junto con los migrantes

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