¡Impactante! Venezolano condenado por el asesinato de Miguel Uribe Turbay: Un crimen que sacudió a Colombia

Por Sabrina Padrón. Bogotá, Colombia — Octubre 2025

La noticia recorrió el país como un rayo: Miguel Uribe Turbay, un hombre de firmeza política y defensor de la democracia, fue asesinado de manera cruel y calculada. Ahora, Carlos Eduardo Mora, un venezolano conocido en los círculos judiciales como “El Veneco”, ha sido condenado por este magnicidio que dejó una profunda herida en el alma de Colombia.

La noticia no solo causó indignación, sino que también desveló una serie de conexiones internacionales, implicando a actores externos en lo que originalmente parecía un crimen aislado. Pero lo que realmente sorprendió al país fue descubrir que el asesinato no solo fue el acto de un hombre, sino parte de una conspiración mayor, tejida entre grupos radicales dispuestos a desestabilizar el panorama político de Colombia.

Caso

Miguel Uribe Turbay, un político que siempre se mantuvo firme en sus principios de lucha contra el narcotráfico y la corrupción, fue víctima de un ataque brutal. Su asesinato, perpetrado en pleno día, reflejó la desesperación de aquellos que se oponían a su lucha por un país más justo. Carlos Eduardo Mora, conocido en el ámbito criminal como “El Veneco”, fue arrestado poco después del asesinato, y tras un exhaustivo proceso judicial, fue condenado por su participación en el crimen que sacudió los cimientos de la política colombiana.

Lo más perturbador fue descubrir las conexiones de Mora con grupos extremistas, cuyo único propósito era frenar a cualquier político que representara una amenaza para sus ideales radicales. Desde su llegada a Colombia, Mora había forjado una red de contactos, no solo en su país natal, sino en diferentes regiones, vinculándose a facciones que abogan por una ideología que no conoce fronteras.

Un Crimen con Implicaciones Internacionales

La condena de Mora ha puesto en evidencia la creciente amenaza de grupos que operan fuera de las fronteras de Colombia, pero que están decididos a intervenir en sus asuntos internos. En la sentencia, quedó claro que el crimen de Uribe Turbay no fue un hecho aislado, sino parte de una estrategia más amplia para desestabilizar la región. El Veneco, al parecer, no actuó solo. Con él, hubo otros actores involucrados, algunos de los cuales aún siguen en libertad.

Las autoridades colombianas, apoyadas por agencias internacionales, han dado pasos significativos para asegurar que los responsables de este crimen sean llevados ante la justicia. Sin embargo, este caso sirve como un llamado de atención sobre la vulnerabilidad de Colombia ante las influencias extranjeras que buscan manipular sus procesos democráticos.

¿Cómo “El Veneco” se involucró en el asesinato de Miguel Uribe Turbay?

Carlos Eduardo Mora, conocido como “El Veneco”, un migrante venezolano, llegó a Colombia buscando una nueva vida, pero sus decisiones lo llevaron por un oscuro camino de radicalización política y violencia.

Desde su llegada, Mora se vincula con grupos de activistas de ideologías extremistas que operan tanto en Colombia como en otros países de América Latina. Durante ese tiempo, se establece una red clandestina de personas comprometidas con una agenda violenta contra figuras políticas como Miguel Uribe Turbay, quien representaba una gran amenaza para sus intereses radicales.

“El Veneco” no solo fue un actor secundario en esta trama, sino que, al parecer, se convirtió en uno de los principales ejecutores del crimen. Su participación en la planificación y ejecución del asesinato de Uribe Turbay responde a un intento de debilitar el liderazgo político del país y promover un cambio social y político que favorecía sus ideales. Además, las investigaciones revelaron que Mora tenía conexiones con grupos internacionales que operaban bajo una agenda subversiva.

Al ser arrestado y procesado, se descubrió que Carlos Eduardo Mora había utilizado su posición como migrante para infiltrarse en movimientos radicales, generando una red de influencia que terminó en un asesinato político, que buscaba no solo eliminar a un líder, sino también enviar un mensaje claro sobre la lucha que algunos están dispuestos a emprender por sus intereses ideológicos.

Reacciones y Reflexiones

La familia de Miguel Uribe Turbay, tras la sentencia, ha expresado un sentimiento de justicia, aunque la herida sigue abierta. Mientras tanto, la comunidad internacional observa de cerca, preguntándose hasta qué punto los conflictos transnacionales seguirán afectando la estabilidad política en América Latina.

“Este crimen no solo fue un ataque contra Uribe Turbay, sino un ataque directo a la democracia de Colombia”,expresó uno de los abogados de la familia, subrayando la gravedad del hecho.

En resumen, lo ocurrido con Miguel Uribe Turbay y Carlos Eduardo Mora ha dejado más preguntas que respuestas. Mientras Colombia trata de reconstruir las piezas de un país fragmentado por la violencia política, este caso será un recordatorio constante de los riesgos que enfrenta la democracia en un contexto global cada vez más polarizado.

Por: Sabrina Padrón

/ IG @sabrinavisualmedia / X @sabripadron

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