Siempre tu país primero
Joe Biden retira a Cuba de la lista de EE.UU. de países patrocinadores del terrorismo
Oscar El Blue
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, retirará a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, informaron este martes funcionarios de la Casa Blanca.
Incluida inicialmente en 1982, bajo la administración Reagan, y retirada después en 2015, durante la presidencia de Barack Obama, Cuba fue reincorporada a esta lista, que incluye a Corea del Norte, Irán y Siria, el 12 de enero de 2021, durante el primer mandato de Donald Trump.
El presidente Biden tomó esta decisión sobre la base de una evaluación en profundidad, que concluyó que Cuba ya no cumplía los criterios definidos por la legislación estadounidense para su inclusión en la lista.
«El Gobierno de Cuba no ha prestado apoyo al terrorismo internacional en los últimos seis meses y ha dado garantías de que no apoyará actos de terrorismo internacional en el futuro», explicó el presidente estadounidense.
Esta iniciativa, que pretende fomentar unas relaciones diplomáticas más constructivas entre los dos países al tiempo que favorece una dinámica regional más estable en el Caribe, también tendrá repercusiones para muchos viajeros con destino a Estados Unidos.
“Es un paso dado en el interés nacional de Estados Unidos, pero también con el entendimiento de que facilitará el importante diálogo que la Iglesia católica desarrolla con respecto a los defensores de los derechos humanos en Cuba”, ha apuntado el alto cargo para defender la medida. Washington espera que el Gobierno de Miguel Díaz-Canel liberará a un “gran” número de presos después de que la Casa Blanca haya movido ficha, según ha agregado. La Habana había apuntado a la inclusión en la lista como uno de los grandes obstáculos para aproximar posiciones.
El candidato que ha propuesto Trump al frente de su política exterior, el senador Marco Rubio, ha sido siempre un firme defensor de sanciones contra Cuba. Este hijo de exiliados cubanos que emigraron a Estados Unidos antes de la llegada al poder de Fidel Castro en la isla tiene previsto comparecer este miércoles ante el Comité de Relaciones Exteriores para su audiencia de confirmación.
“La Administración entrante ciertamente tendrá la oportunidad de revisar la posición”, ha admitido. Pero trabajarán con la misma información con la que cuenta la Administración actual, que arroja que “no hay pruebas creíbles en este momento de que Cuba esté apoyando el terrorismo internacional”, ni lo ha hecho en los últimos seis meses, el requisito que contempla la legislación nacional para permitir la retirada de un país de la lista negra.
Avance
¿Sabías que Colombia fue clave para que Estados Unidos retirara a Cuba de su lista de Estados patrocinadores del terrorismo?
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, celebró sin tardanza que el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, haya revocado la designación de Cuba como un “Estado patrocinador del terrorismo”, una polémica medida heredada desde la primera Administración de Donald Trump.
En ese entonces, la isla caribeña regresó a la lista negra, por insistencia del entonces presidente colombiano, Iván Duque.
Aunque la medida se produce a días de la nueva investidura de Donald Trump, que podría revertirla, el Gobierno de Petro había recomendado retirar esa designación, como lo había hecho en su momento el expresidente Juan Manuel Santos. Tanto entonces como ahora, Colombia jugó un papel importante en la decisión.
Lo que estaba en juego no era solamente un eventual acercamiento con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) —que nació hace 60 años bajo el influjo de la revolución cubana— o las relaciones de Estados Unidos con la isla, “sino la posibilidad misma de llevar a cabo negociaciones de paz”, advirtieron en su momento en una declaración en la que reconocían y agradecían la generosidad y el profesionalismo que desplegó el Gobierno cubano a favor de la paz de Colombia.
Como vicepresidente de Barack Obama, Biden respaldó decididamente en su momento los llamados diálogos de La Habana.
Esas posturas contrastan con la de Iván Duque, el sucesor de Santos y antecesor de Gustavo Petro. Colombia también estuvo, en buena medida, detrás de la decisión contra Cuba.
El secretario de Estado de entonces, Mike Pompeo, justificó la decisión que el primer gobierno de Trump tomó a pocos días de la posesión de Biden en un repetitivo reclamo de Duque. A su Gobierno (2018-2022) le irritó la negativa de La Habana a extraditar a un grupo de comandantes del ELN.
Como ya lo había hecho con los diálogos con las FARC, la isla albergó las negociaciones de entonces con el ELN, que heredó Duque y se rompieron en enero de 2019 tras el atroz atentado de los rebeldes contra una escuela de cadetes en Bogotá.
Cuba se negó en su día a enviar a la cúpula negociadora de la guerrilla, amparada por los protocolos de ruptura que había firmado tanto el Estado colombiano como los países garantes –Cuba y Noruega.
El propio Iván Duque ha señalado que volvería a ejercer esa hostilidad diplomática hacia La Habana. “El régimen cubano ha patrocinado grupos terroristas disfrazados de ‘guerrillas’, responsables de asesinatos y secuestros con fines políticos.
Desde su territorio, permitió la planeación del atentado con carro bomba contra la Escuela General Santander, donde murieron 22 jóvenes inocentes. Luego se burló de la solicitud de extradición proferida por la justicia colombiana”, escribió en un mensaje en el que nunca menciona los protocolos de rompimiento. Nada más llegar al poder, Petro enderezó las relaciones con Cuba, que ha vuelto a ser garante –y sede– de las encalladas negociaciones con el ELN en el marco de la política de paz total.