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Merz, futuro canciller alemán, quiere independizar de Europa a Estados Unidos

Oscar El Blue
Europa debe “independizarse” de Estados Unidos, declaró Friedrich Merz, probable próximo canciller de Alemania, tras la victoria de los conservadores de la oposición en las elecciones este domingo, en unos comicios en los que también creció el apoyo a la extrema derecha.
Merz, un conservador de la vieja escuela que nunca antes había ocupado un cargo gubernamental, está llamado a dirigir la mayor economía y el estado más poblado de Europa, después de que su partido de centro-derecha, la Unión Cristianodemócrata (CDU), y su partido hermano obtuvieran el 28,6% de los votos, según los resultados oficiales preliminares.
“Que empiece la fiesta”, dijo Merz, de 69 años, a sus partidarios al declarar la victoria en la sede del partido CDU en el centro de Berlín, un aparente guiño a querer poner en marcha rápidamente las negociaciones de coalición mientras la región lidia con el vuelco de Trump a las relaciones entre Europa y Estados Unidos.
En una mesa redonda televisada el domingo por la noche, Merz también criticó la “intervención” estadounidense en la campaña electoral alemana de los últimos días. “Las intervenciones de Washington no fueron menos dramáticas y drásticas y, en última instancia, escandalosas que las intervenciones que hemos visto por parte de Moscú”, dijo. “Estamos bajo una presión tan masiva de dos partes que mi máxima prioridad es crear la unidad en Europa”.
Continuó: “Mi prioridad absoluta será fortalecer Europa lo más rápido posible para que, paso a paso, podamos lograr realmente la independencia de los EE.UU.”.
“Nunca hubiera creído que tendría que decir algo así en la televisión. Pero al menos, después de las declaraciones de Donald Trump la semana pasada, está claro que los estadounidenses, al menos esta parte de los estadounidenses en esta administración, son en gran parte indiferentes al destino de Europa”, dijo.
La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se convirtió en el segundo partido más votado, con un inédito 20,8%, según mostraron los resultados oficiales preliminares, lo que significa que la formación -una vez al margen como oficialmente sospechoso de extremismo- es ahora una fuerza política importante. Sin embargo, se enfrenta a la exclusión del gobierno por parte de otros partidos, debido a lo que se conoce como un acuerdo “cortafuegos”.
El Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller Olaf Scholz, de centro-izquierda, sólo obtuvo el 16,4% de los votos tras el colapso de su gobierno de “coalición semáforo”, lo que supone un cambio drástico en la suerte del partido desde las elecciones de 2021, cuando obtuvo el 25,7%.
Merz se enfrenta ahora a una enorme tarea tras las elecciones anticipadas del domingo, dominadas por las preocupaciones sobre la inmigración, la economía y el regreso del presidente de EE.UU., Donald Trump.
“Mi prioridad absoluta será fortalecer Europa lo antes posible para que, paso a paso, podamos lograr realmente la independencia de Estados Unidos”, declaró en una mesa redonda celebrada este domingo.
“Nunca habría creído que tendría que decir algo así en televisión. Pero como mínimo, tras las declaraciones de Donald Trump la semana pasada, está claro que los estadounidenses -al menos esta parte de los estadounidenses de esta administración- son en gran medida indiferentes al destino de Europa”, añadió.
Los resultados preliminares del domingo ponen el broche final a un agitado periodo electoral que ha atraído una extraordinaria implicación de los funcionarios de la Casa Blanca y que ha vuelto a suscitar el debate en torno a las políticas de inmigración de Alemania.
Trump causó conmoción en toda Europa después de impulsar las conversaciones de paz sobre Ucrania con Rusia, excluyendo tanto a Kyiv como a los líderes europeos, lo que los llevó a celebrar conversaciones de emergencia para debatir su respuesta unificada a la crisis.
Merz también se refirió a la “intervención en la campaña electoral alemana” de Elon Musk en los últimos días. “Las intervenciones de Washington no fueron menos dramáticas y drásticas y, en última instancia, indignantes que las intervenciones que hemos visto de Moscú”, dijo en el evento televisado.
“Estamos sometidos a una presión tan masiva por ambas partes que mi máxima prioridad es crear unidad en Europa”.
La sede del partido CDU se llenó de vítores y aplausos el domingo por la noche, cuando se conocieron los sondeos a pie de urna y quedó claro que el partido de la oposición iba a convertirse en el grupo más numeroso. Fuera del edificio, un pequeño grupo de manifestantes se había reunido para protestar contra lo que perciben como la línea dura del líder del partido, Friedrich Merz, en materia de inmigración.
El ambiente en la fiesta electoral de la AfD, mientras tanto, era de éxtasis cuando se supo que el partido casi había doblado su apoyo, con gente vitoreando y ondeando banderas de Alemania. La colíder del partido, Alice Weidel, subió al escenario para decir a la multitud enfervorizada que la AfD “nunca había sido tan fuerte”.
Una gran tarea por delante
La reconstrucción de Alemania tras la era nazi se produjo bajo la alianza de seguridad de la OTAN liderada por Estados Unidos y su posterior prosperidad se vio impulsada por la energía barata rusa y el comercio con China.
Lo que una vez fue una certeza se ha deshecho y si Merz -que ha prometido virar a la derecha y ofrecer liderazgo en Europa- se convierte en canciller tiene una enorme tarea por delante.
Friedrich Merz sube al escenario durante la fiesta electoral en la Casa Konrad Adenauer de Berlín el 23 de febrero de 2025. Christoph Soeder/picture alliance/Getty Images
Dos recientes atentados mortales, uno en Magdeburgo antes de Navidad y otro en Múnich la semana pasada -ambos perpetrados por inmigrantes con distintos motivos- avivaron el fuego de la división en vísperas de la votación del domingo.
La AfD, que ha sido acusada de utilizar a los inmigrantes como chivo expiatorio, aprovechó estos ataques para su propio beneficio político, e incluso ha hecho un llamamiento a la “remigración”, es decir, la expulsión masiva de inmigrantes, independientemente de su estatus de ciudadanía en Alemania.
Tras los recientes atentados, tanto la CDU como el SPD aumentaron sus compromisos en materia de inmigración irregular y protección de la seguridad interior, lo que significa que, aunque la AfD no llegue a gobernar, ya ha marcado el debate.
Una vez escrutados todos los votos, los líderes mundiales comenzaron a felicitar a Merz por su victoria electoral.
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, dijo en un post en X que esperaba “trabajar con el nuevo gobierno para profundizar nuestra ya sólida relación, mejorar nuestra seguridad conjunta y generar crecimiento para nuestros dos países.”
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que quería trabajar juntos por una “Europa fuerte y soberana.”
“En este periodo de incertidumbre, estamos unidos para afrontar los grandes desafíos del mundo y de nuestro continente”, publicó en X.
Negociaciones complejas
De los 60 millones de alemanes con derecho a voto este domingo, el 82,5% votó, según datos oficiales, lo que supone un aumento respecto a 2021, cuando la participación fue del 76,4%.
Según el sistema alemán, es difícil que un partido obtenga suficientes votos para gobernar en solitario, por lo que está por ver qué forma adoptarán las conversaciones para formar una coalición.
Sin embargo, algunos aspectos ya están claros; otros partidos principales dejaron dijeron que la AfD no formará parte de ninguna negociación, lo que significa que, por ahora, está excluida del poder.
Parece probable que Merz recurra a los socialdemócratas de Scholz -el otro gran partido centrista de Alemania- para formar gobierno. Otro posible socio de coalición son los ecologistas Verdes, que formaron parte del gobierno de coalición de Scholz.
La coalición “semáforo” reunía a tres partidos ideológicamente diferentes y su colapso desencadenó la votación anticipada de este domingo, una rareza relativa en un país que ha tenido durante mucho tiempo uno de los sistemas políticos más estables de Europa.
En los sondeos a pie de urna también destaca el éxito del partido socialista Die Linke, que obtiene un 8,8%, superando con holgura el umbral del 5% necesario para entrar en el Parlamento.
Por el momento no está claro si Merz necesitará uno o dos socios para formar una mayoría. En Alemania son raros los gobiernos de coalición a tres bandas.
En general, la formación de un nuevo gobierno podría llevar semanas de regateo, lo que supondría más parálisis política para Berlín en un momento de mayor incertidumbre.
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