
Siempre tu país primero

Oscar El Blue
El presidente estadounidense insulta a Europa y Ucrania y corteja a Rusia. ¿Hacia qué objetivos podría orientar Estados Unidos su política exterior en el futuro?
Desde hace seis semanas, Donald Trump está de vuelta en la Casa Blanca. Seis semanas que ya han marcado claramente una dirección en la política exterior para los próximos casi cuatro años: bajo Trump, Estados Unidos revitaliza sus relaciones con Moscú a costa de Ucrania, país atacado por Rusia. Y en lugar de incluir a sus socios europeos en este cambio de rumbo, el gobierno estadounidense enfatiza las diferencias en los valores que antes compartían.
“La UE fue creada para molestar a EE.UU.”, declaró Trump el miércoles pasado. El viernes, él y su vicepresidente, JD Vance, iniciaron una confrontación con Volodimir Zelenski ante la mirada del mundo. El presidente ucraniano había acudido a la Casa Blanca para firmar un acuerdo sobre materias primas, pero en su lugar fue objeto de insultos por parte de Trump y Vance.
¿Está Trump poniendo fin al orden mundial occidental?
El historiador Norbert Frei, director del Centro de Historia del Siglo XX en la Universidad de Jena, considera que este giro marca el fin del orden mundial equilibrado tras la Segunda Guerra Mundial y representa una ruptura histórica comparable con la disolución de la Unión Soviética.
“El objetivo está claro: un triunvirato global con Donald Trump, Xi Jinping y Putin”, afirmó Frei en una entrevista con la radio pública alemana Deutschlandfunk. “Lo que Trump no quiere admitir es que EE.UU. está luchando como una potencia mundial en declive. Y en este momento está deshaciéndose de su único aliado real: Europa. Y ahora Europa está completamente sola.”
Por ello, en Europa se están llevando a cabo intensas consultas diplomáticas para encontrar respuestas conjuntas, primero en Londres y luego en una cumbre extraordinaria de la UE en Bruselas. “Espero que se den cuenta de que estamos presenciando un cambio de rumbo significativo en la política mundial”, declaró antes de las reuniones Mikhail Alexseev, politólogo de la Universidad Estatal de San Diego, California.
“La discusión en el Despacho Oval no fue solo un enfrentamiento entre dos líderes. Contiene el mensaje de una reorientación mayor de EE.UU. alejándose de Europa. Ya no podemos dar por sentadas las garantías de seguridad de EE.UU., no solo para Ucrania, sino quizás incluso para la OTAN”, advirtió Alexseev, en entrevista con DW.
¿Un quiebre total con Europa?
Hace un año, cuando aún era candidato, Trump puso en duda el compromiso militar de EE.UU. con los miembros de la OTAN que no cumplieran con los objetivos de gasto en defensa del bloque. “Incluso alentaría a Rusia a hacer lo que quisiera”, declaró en febrero de 2024 en un mitin en Carolina del Sur. En otra ocasión, exigió a los europeos invertir el 5% de su PIB en defensa.
Laura von Daniels, directora del grupo de investigación sobre Estados Unidos en la Fundación Ciencia y Política (SWP) en Berlín, también destaca la gran incertidumbre en materia de seguridad. Sin embargo, en entrevista con DW, aclaró que por ahora no se observa una ruptura total en las relaciones transatlánticas.
“Creo que la situación será complicada. Trump está dispuesto a perjudicar los intereses de la Unión Europea, tanto en términos de seguridad como en política económica, por ejemplo, con los aranceles. Todo eso es cierto. Pero tampoco le conviene romper por completo las relaciones con Europa de la noche a la mañana.”
Von Daniels señaló que Trump tiene planes económicos en los que Europa sigue siendo clave, especialmente como el principal mercado de exportación de gas natural licuado (LNG) de EE.UU. Por lo tanto, la presión económica aumentará: “El 12 de marzo está prevista la introducción de aranceles sobre el acero y el aluminio”, señaló von Daniels. En primavera y verano, Europa podría enfrentar más aranceles, incluso sobre automóviles.
Trump busca con estas medidas equilibrar la balanza comercial entre la UE y EE.UU. Según datos oficiales estadounidenses, en 2024 EE.UU. compró bienes y servicios en Europa por un valor cercano a un billón de euros más de lo que exportó.
En general, von Daniels cree que Trump sigue considerando útil la relación transatlántica, aunque surja la pregunta de si la seguirá viendo como una alianza de valores occidentales.
Mientras tanto, el Institute for the Study of War, de Washington, publicó un análisis en el que advierte que un posible cese del apoyo estadounidense a Kiev “aumentaría la probabilidad de una victoria rusa” en Ucrania. Esto podría reforzar la estrategia de Putin de reclamar más control sobre otras exrepúblicas soviéticas, incluidas Estonia, Letonia y Lituania, que son miembros de la UE y la OTAN. En este escenario, EE.UU. perdería aún más influencia en el mundo.
Informó DW Español